EL LOBO
No se saben aún los motivos que tuvo aquel lobo para bajar del bosque y llegar a la casa, pero el caso es que allí estaba, rondando por la parte trasera.
Totó lo olió enseguida y empezó a ladrar. Los demás vieron al lobo por la ventana y sintieron miedo.
Todo volvía a estar tranquilo; el monstruito había sido un valiente.
Totó lo olió enseguida y empezó a ladrar. Los demás vieron al lobo por la ventana y sintieron miedo.
-Yo lo asustaré. -dijo el monstruito- He tenido una idea.
Se puso una vieja sábana encima y salió de repente gritando: -U, u, u, u...
El lobo nunca había visto nada parecido y huyó rápidamente hacia el bosque aullando: -¡Auuuuu!